17 diciembre 2006

El don


memo ¨tintan¨, gabriel ¨morocco¨, daniel, josabet, ¨cacho¨ todos ellos ya en avanzada con 3 o 4 cahuamas de ventaja, pero les sonrío y me la devuelven de la misma forma, algunos abrazos tambíén, ¨no te esperabamos abraham¨, me repetían mucho en el transcurso de la noche. Como vas mano, me pasaban el taco. No que no sabías jugar? Mi gran sonrisa me delataba pero en realidad eran golpes de suerte, tan sólo el rodar y rodar con aquellos golpes secos que te acomoda el taco a las esferas de colores vidriadas y pesadas. El destellos de las lámparas mosqueadas y enpolvadas se percibian al girar. La bola 3 es la que me significó un tinte especial en aquellla embriagues de momentos y alusiones a mis compañeros del trabajo, nuestros brindis se desvanecieron poco a poco debido al exceso de velocidad de cantidad y de confidencialidades de el lugar donde laboramos. Algunos aprendizajes nuevos de como pegarle a la esfera. Las Huamas pues fabulosas, preparadas con salsa maggi, valentina, limón, sal, divinas divinas!! Alcohol a morir como 5 a 10 cartones nos chingamos, no lo sé. La llave, un alambre rígido muy grueso lo doble de un gancho de ropa, enroscado y sosteniendo una llave doradaaaa. El que la poseía podia abrir la puerta del wc, sólo había una llave. El foco enmohecido, al frente un hueco, ventana improvisada. frontal abajo el excusado como siempre, a la derecha un pedazo de madera a lo largo del minibaño lleno de un chingo de clavos para no errarle y colgar la llave maestra y asi poder utilizar las dos manitas para nuestra travesía. paredes carcomidas, piso de loceta viejas y zoclos que mas que zoclos eran huecos hechos por la humedad rodeada de escombritos de yeso empapados de cloro y demás experiencias. salimos satisfechos pero no contentos.
La rocola tocaba y tocaba, el eco sonoro del don junto con la gente que ocupabamos un espacio alardeaba de ser un lugar con ¨ambiente¨.
La mesa de carambola, que individuos tan interesantes, hombres de 50 años con sueteres de rayitas de cuello en V, peronajes que pasan como anónimos en el presente como hace veinte o 30 años lo serían de la misma forma en apariencia porque en movimiento y en golpes formaban parte de un repertorio interesante de estudiosos actuales del juego.
Cerramos la mesa y nos sentamos a seguir empinando los tarros de litro y medio. memo fue el que cayó primero, ya dormido y estático con el cuello vencido. ¨morocco¨ llorando por los hijos de un hijo d ela chingada que los había abandonado. El ¨cacho¨ personaje encantador enamorado de hace 30 años de la mujer que no correspondía, jos, que tipo que pasión por la grilla y la política, pero nos arto el tema y él no paraba de darnos las malas noticias de la derecha pendeja que nos intenta gobernar. Yo el que vivía la experiencia el que corregía y bromeaba las lágrimas, el que confezaba mi situación entre mujeres laborales, el que alzaba el tarro una y otra vez, daban las 10 ya cerraban se levantaban, otro amenazaba con llevarnos a otro lado. Tirados mentalemente lo retabamos a terminar, nos levantamos somnolientos saliendo en distintos tiempos, nos abrazamos y fue el final de la noche de los 50 pesos en nuevo papel plástico.
¨El Don¨